Artiulo - The Argonaut


Tokio Hotel ganó el MTV Video Music Award por Mejor Nuevo Artista el 9 de julio. ¿Por qué, entre todos los nuevos e innovadores artistas existentes en la faz de la Tierra, un cuarteto de pop adolescente de Alemania obtuvo el premio?
Es porque a las chicas les encanta.

Bill Kaulitz, cantante de la banda, ha sido descrito como la versión anime de ‘Project Runway’ de Christian Siriano. Kaulitz lleva a sus 19 años de edad Eyeliner como un chico de la banda ’swagger’ similares a ‘Glam’, ‘Goth’ y ‘Emo’ -, sin embargo, gusta.
Su característica distintiva es su pelo elctrico, que tiene como un pie de alto, si no mas. Todos los miembros de la banda tiene su propio espacio a ocupar y a niñas que los idolatran.


Tom Kaulitz, guitarrista y hermano gemelo mayor del cantante, luce rastas rubias, un piercing en el labio inferior y gorras, lo contrario a Bill. Los restantes dos componentes de la banda (que no parecen tener la misma prioridad que los gemelos a los ojos de la opinion publica) son Gustav Schaefer, en la bateria y Georg Listing, Bajista. Gustav y Georg deben asumir el papel de Skater de ‘Volcom’ y el chico de pelo largo de al lado, respectivamente.
“Scream,” album que Tokio Hotel saco en 2007, ejemplifica perfectamente lo que se siente al ser chicos de 14 años mezclados con los adolescentes, que a través de las letras y el sonido, se les puede describir como “Bad Boys con un lado blando”.

El titulo del álbum es un anti-himno autoritario para instruir a los oprimidos oyente a “gritar en voz alta.” Tokio Hotel nos hace recordar los principios de ‘Good Charlotte’ en 1990 principios de 2000.
Además del evidente doble sentido ’superestrella’, las dos bandas son sorprendentemente similares en sus mensajes y la forma en que pegan en los corazones de los jóvenes, las mujeres…

Tokio Hotel puede esperar el éxito. No importa lo desagradable que sus contribuciones musicales puedan ser, porque están de moda lo suficiente como para no arrebatarles el estar en el punto de mira con sus quince minutos de una sabrosa fama ya que la emoción (o las hormonas) son combustibles incoherentes.
Nada puede quitar el hecho de que en algún lugar alguien está escuchando a Tokio Hotel y sentirse mejor acerca de su propia vida. Al final del día, un sonriente fan de Bill y Tom Kaulitz es feliz. Si los aficionados están contentos, no hay nada que decir.




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